La calidad de los políticos: El espejo que nadie acepta!
por Adán Bogado
¡EL ciudadano de a pie con su tiranía moral, es decir al tonto que vota y pide cambios eligiendo a su reflejo!
Normalmente la culpa de una mala administración del país recae en las manos de burócratas políticos corruptos y arrogantes; toda la culpa es manifestada en la mala gestión de sus decisiones. La actividad política electoral da más que obvio que aún no es la mejor forma de administrar una sociedad; pero tampoco hay soluciones en contraposición mejores o aceptadas por la misma sociedad que denigra la función pública como algo nefasto. Todo aquel que ejerce el monopolio del poder, imponiendo reglas y métodos de cooperación a través de la fuerza, nada más es una transferencia y atribución de responsabilidades de uno mismo a un tercero, ''externalización de responsabilidades''.
Lo que realmente no se debate es la calidad moral de una sociedad, para transferir responsabilidades y no su cuota de responsabilidad moral, omitiendo que ella misma exige de la clase política lo que más tiene de carencia. Es decir, el ciudadano es hipócrita por excelencia; es un tema cultural el denigrar a sus políticos, siendo que la misma nació de la sociedad civil con los mismos vicios socioculturales que lo identifican; luego exige que la misma llene sus necesidades pidiendo valores diferentes a los suyos, siendo que la actividad política es la más pura y cruda acción de oferta y demanda de sus súbditos.
Con esto lo que voy diciendo es que nuestra sociedad civil carece de honestidad con lo que dice querer y lo que realmente pretende obtener.
Al elegir a un subordinado burocrático estatal, su falso moralismo/civismo arropa un crudo y detestable espejo de demandas, tráfico de influencias, etcétera etcétera. Y si uno tiene lo que se merece y si no lo merecía, algo está mal, reconocemos que la democracia no es una de las mejores formas de representación, ¡pero es lo que hay!. La prueba viva es la calidad de nuestros políticos en Latinoamérica y principalmente en Paraguay. La minoría organizada se hace mayoría y elige siempre a los peores por una afinidad de valores y visión de poder. Y lo remarco diciendo tajantemente que la mayoría está gustosa de vivir en una sociedad corrupta de baja calidad institucional y de millones de lagunas, relativizando todo lo que se pueda para destruir en favor de beneficios de la minoría organizada.
No defiendo la actividad pública como algo honorable porque no lo es! si lo fuera no sería tan criticada y menos manipulada como la vemos, todo es cuestión de saber y aceptar que tipo de sociedad somos realmente luego de esa grotesca realidad aceptada trabajarla elevando la calidad de su sociedad civil generando otro tipo de demanda política, reflejando un cambio sustancial en mejores instituciones, predecibilidad de la misma. Una sociedad políticamente más madura para luego proyectarnos a soluciones mercadológicas más eficientes que no dependa de elecciones o manipulaciones de grupos de poder si no que de la exigencia de un consumidor en consecuencia mejor servicio a menor costo para el ciudadano disminuyendo el poder central y manos políticas de la vida cotidiana y recuperando la autonomía de optar solucionar nuestras propias inquietudes, necesidades de una forma privada en menor tiempo posible, hasta llegar al punto de reducir las manos porosas en cada transacción de bienes y servicios.
En la actualidad, muchos justifican la corrupción o la falta de eficiencia de sus instituciones a la mala calidad de sus políticos y burócratas sin hacer mención que ambas actividades nacen de individuos que son parte de la sociedad civil. Uno no pierde o deja de practicar buenas acciones o honestidad por ocupar puestos; normalmente potencializan sus prácticas con ayuda del poder, ya sean buenas o malas. La sociedad transfiriendo las decisiones en manos de burócratas hace que estas mismas decidan por ellas de qué hacer con sus recursos y ojo las mismas no tienen necesidad ninguna de ser eficientes ya que el costo será transferido a todos. Responsabilidades atribuidas son ejercidas por el burócrata cuando uno reprocha la actividad pública, recuerde que alguien lo puso ahí no cae solo en ese puesto y posiblemente sos unos de los que dio su validez para estar en esa posición tu propio reproche al parásito estatal podría ser una autocrítica de por qué pedir tanto al estado que se compone de las mismas personas como tú, antes de eso por qué no hacer de forma privada y contrastar con el público haber en que llegamos.
La sociedad tiene un espejo llamado políticos que se hace el desentendido y culpa a todos menos a ella misma de la perversa forma de administrar y robar sus propios sueños, inventando que los políticos vienen de marte y no de su propio seno familiar